Un tablero sensorial es una pieza que contiene elementos cotidianos u objetos de la vida real que el peque puede usar de forma habitual con distintas funcionalidades.
El objetivo es hacer que el sentido lógico y el pensamiento del peque funcionen, como así también desarrollar la motricidad fina, la coordinación viso-motora y el lenguaje. Asimismo, fomentar la atención, la concentración y la tolerancia a la frustración.
EDAD:
A partir de los 6 meses hasta los 3 años (o más).
¿Qué otros beneficios aportan los tableros sensoriales?
Seguridad (si pueden usar un interruptor o un enchufe en el tablero ¿para qué tocar los del living?)
Exploración (los peques se pasan horas tocando y manipulando los objetos para saber cómo funcionan)
Cero aburrimiento (hay varias actividades, cuando se cansan de una pueden pasar a la otra)
Desarrollo (mejora una amplia gama de habilidades de desarrollo motor y cognitivo)
Autoestima (aumenta la confianza del peque a través de los logros)
Intelecto (fomenta el juego imaginativo, el instinto investigador y la capacidad analítica)
Tablero sensorial:
70 x 40 cm.
Material:
Madera de fibrofácil (MDF 18mm); pinturas y lacas libres de tóxicos y solventes.
Elementos: 20 actividades
Encastre con dos muelas.
Pasta y cepillo dental.
Cierre diente perro.
Gancho mochila.
Velcro.
Reloj despertador.
Cerradura.
Enchufe.
Tapita rosca.
Nube con tiradores.
2 puertas fresadas.
Pasador.
Espejo y paño texturado.
Números.
Vocales.
Cordón para enhebrado.
Luz.
Ábaco.
Traza camino ondulado.
Traza camino con líneas rectas.
Pueden personalizarse, es decir, elegir los colores e incluir el nombre, abonando un costo extra de $500.
Incluye:
Pilas, tarugos, pitones para amurar a la pared, y topetinas para no rayar la pared.
Los colores de las fotos pueden variar mínimamente según el dispositivo desde el cual se miren.
